Una divisa es un medio de pago en moneda extranjera, pudiendo ser monedas, billetes o cheques de viaje.
Podemos clasificar las divisas como convertibles y no convertibles:
Las divisas convertibles son las que pueden intercambiarse libremente por otras divisas, cuyo precio está determinado por el mercado internacional y se podrán intercambiar sin intervención estatal.
Entre ellas podemos destacar el dólar estadounidense, la libra esterlina, el franco suizo, el yen, el euro, etc.
Por otro lado, están las divisas no convertibles, las cuales, están sometidas a las restricciones de cada país y sus precios son establecidos por el gobierno.
Ejemplos de divisas no convertibles
Una divisa no convertible o parcialmente convertible significa que sólo se puede usar como medio de pago en el interior de su país o en países vecinos (en algunos casos), por tanto, como norma general tendrás que adquirirla en el destino.
A la hora de cambiar una cantidad de divisas es importante que calcules con precisión la cantidad que tienes prevista para gastar, porque en el caso de que te sobrara dinero, tendrías que gastarlo antes de cruzar la frontera.
Los países que tienen divisa no convertible suelen tener economías con política económica proteccionista, esto supone un comercio internacional con impedimentos, al contrario de una situación de libre mercado.
Sin embargo, cuando un país está en situación de libre mercado es posible que su industria nacional se pueda ver dañada, esto es debido a que le resultará más barato comprar en el extranjero (importar) que producirlo en el propio país, llevando a la producción nacional de ese bien a que pueda acabar desapareciendo, para que esto no ocurra, un país podría llevar a cabo medidas económicas proteccionistas, las cuales, podrían dañar a la competencia a la competencia generando un mayor precio y una menor calidad en el producto nacional.
Estas medidas suelen aparecer en los periodos de crisis en la economía, como, por ejemplo, en los años posteriores a la Gran Depresión, donde EEUU aplicó un arancel denominado Smoot-Hawley, el cual, incrementaba los tributos arancelarios de los productos importados con el fin de disminuir los efectos de esta depresión dentro del país.
Como ejemplos de divisas no convertibles está la rupia india, el dírham marroquí, el dinar tunecino, el peso cubano, el rial iraní o el bolívar venezolano, entre otras.
¿Cuáles son las divisas no convertibles?
De las más de 170 divisas que existen en el mundo, sólo 13 de ellas son divisas convertibles, que son:
- Dólar estadounidense
- Euro
- Libra esterlina
- Yen japonés
- Franco Suizo
- Dólar canadiense
- Dólar australiano
- Dólar neozelandés
- Corona sueca
- Corona danesa
- Corona noruega
- Yuan chino
- Rublo ruso
A diferencia de las divisas convertibles, una divisa no es convertible cuando su precio viene determinado por la autoridad monetaria, y no por el mercado de divisas.
La lista de las divisas no convertibles con el mercado de NDF (Non-Delivery Forwards)
- Peso Argentino
- Real Brasilero
- Peso Chileno
- Renminbi Chino
- Peso Colombiano
- Libra Egipcia
- Quetzal Guatemalteco
- Rupia de Indonesia
- Rupia de India
- Won Sudcoreano
- Tenge Kazajo
- Ringgit de Malasia
- Sol Peruano
- Peso Filipino
- Dólar Taiwanés
- Peso Uruguayo
- Bolívar Venezolano
- Dong Vietnamita
Y, por último, indicar que también existen las divisas parcialmente convertibles, las cuales son la moneda de curso legal de un país que se comercializan en volúmenes limitados, debido a que las autoridades monetarias que las emiten, restringen el comercio internacional de la divisa en el mercado mundial, a partir de un determinado volumen.
Un ejemplo de divisa parcialmente convertible sería el yuan chino o la rupia india.
Como ves, las divisas parcialmente convertibles pertenecen a países con economías débiles, donde las limitaciones del gobierno inciden en lo relativo al volumen de transferencias permitidas al extranjero.
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