Habiendo ya introducido el concepto de apalancamiento, y habiendo hecho un repaso a los distintos tipos de productos financieros que existen, vamos a centrarnos en los dos tipos de productos que son utilizados por los traders masivamente para hacer trading: los futuros y los CFDs.
Estos dos productos cuentan con un elevado apalancamiento, y son bastante versátiles para poder hacer trading o inversiones en un elevado número de mercados subyacentes (si bien los CFDs superan a los futuros en este frente, especialmente en lo que respecta a acciones).
Existen algunas diferencias entre ambos productos que sí que conviene explicar.
¿Son los futuros más seguros que los CFD?
La principal de ellas: los futuros cotizan en mercados secundarios regulados y cuentan con una cámara de compensación que liquida todas las posiciones, mientras que los CFDs se encuadran dentro de lo que se denominan productos OTC (over the counter). Es decir: no cotizan en ningún mercado regulado, y se basan en la relación de confianza que existe entre el inversor y el bróker.
Este punto es para muchos traders una desventaja muy clara de los CFDs frente a los futuros, y otorga a estos segundos cierto halo de “mayor seriedad” o “profesionalidad”.
Traducido a la práctica, el hecho de que los CFDs sean OTC significa que el bróker es el encargado de la formación del precio y es la contraparte del trader. Muchos brokers de CFDs llevan un riguroso sistema de coberturas, que hace que las posiciones de los clientes estén permanentemente alineadas con los movimientos del mercado, sin que exista la menor posibilidad de mala fe o “manipulación” de precios. Otros, en cambio, no realizan una gestión tan transparente o diligente.
Más datos…
Pero hay otros puntos en los que los CFDs pueden presentar ciertas ventajas frente a los futuros. Por ejemplo, los márgenes de garantías de los CFDs son menores. Los CFDs además, pagan los mismos dividendos que los activos reales sobre los que están emitidos, mientras que los futuros, no. Además, en muchas ocasiones la liquidez de los CFD es mayor (al ser la contraparte el propio bróker). Y los CFDs no tienen vencimiento (a cambio, tienen un coste de financiación para las posiciones que se mantienen tras el cierre).
El mercado de FX, aunque normalmente se suele considerar como un mercado al margen, no deja de tener prácticamente las mismas características que los CFDs.
En definitiva: los CFDs y los futuros son los dos productos financieros en los que se basa el trading, junto al mercado de divisas o FX (que se puede encuadrar dentro de los CFDs). Los CFDs suelen tener más detractores y muchos traders los consideran como menos serios, observándolos con ciertas suspicacias. Pero en esencia, permiten más o menos las mismas estrategias de trading.
