Si te preguntas qué son los bonos del Estado, en este artículo vas a descubrir las claves de este tipo de activos.
Los bonos del Estado pueden ser adquiridos por todo tipo de inversores, desde particulares hasta instituciones financieras, fondos de pensiones e incluso gobiernos. Se trata de una forma de obtener un interés fijo por prestarle dinero al Tesoro español. Si eres nuevo en este campo y deseas entender mejor cómo operar en los mercados financieros, te invitamos a explorar nuestro curso de trading gratis, diseñado para principiantes
¿Qué son los Bonos del Estado?
Los bonos del Estado son activos financieros de renta fija. Se trata de instrumentos de deuda que emite el gobierno de un país (en este caso España) para financiar sus actividades y llevar a cabo sus proyectos.
Un bono es un título valor. Es decir, es un documento (aunque actualmente son simples anotaciones en una cuenta, no se trata de títulos físicos) que los inversores compran y el cual tiene incorporados una serie de derechos. En este caso, el derecho a recibir los intereses periódicos correspondientes por el préstamo.
Por ejemplo, las emisiones de deuda pública en Estados Unidos no se denominan bonos del Estado, sino “bonos del Tesoro” (Treasuries). De esta forma, al hablar de bonos del Estado nos referimos a las emisiones de deuda pública que realiza el Reino de España.
¿Cómo funcionan?
Como hemos comentado anteriormente, cuando compras un bono del Estado le prestas dinero al Gobierno. El Gobierno te devolverá ese dinero en el plazo acordado y te pagará intereses por prestar ese dinero (los intereses de los bonos se denominan “cupones”)
Al tratarse de títulos valores, los bonos pueden negociarse (comprarse y venderse) en un mercado. El que compra el título, adquiere el derecho de cobrar los cupones y recibir el capital prestado al vencimiento.
De esta forma, puedes invertir en bonos del Estado acudiendo a la subasta de emisión que realiza el Tesoro Público o comprándolos en el mercado secundario.
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Las características de un bono del Estado son las siguientes:
- Nominal del bono: es el precio al cual se emite el bono. En el caso de las emisiones del Estado español, suelen ser de 1.000 €. El precio en el mercado secundario fluctúa y puede ser distinto al valor nominal del bono.
- Plazo de vencimiento: como todos los activos de renta fija, los bonos del Estado tienen un vencimiento. Al llegar la fecha de vencimiento el emisor (el Estado) devuelve el capital prestado.
- Tipo de interés: el interés de los bonos del Estado español se determina en la subasta de emisión que realiza el Tesoro Público.
- Modalidad de pago: los bonos pagan cupones periódicamente hasta su vencimiento. Los cupones pueden ser anuales, semestrales o trimestrales.
Bonos del Estado vs Letras del Tesoro vs Obligaciones
Tanto los bonos del Estado, como las letras del Tesoro y las obligaciones del Estado son instrumentos de deuda del Tesoro Público español. A decir verdad, lo único que diferencia a estas tres clases de valores es su plazo de vencimiento:
- Letras del Tesoro: son emisiones de deuda pública a corto plazo. Existen Letras del Tesoro a 3, 6, 9 y 12 meses.
- Bonos del Estado: ya hemos indicado que se trata de activos de renta fija con un vencimiento de medio plazo. Aunque los bonos del Estado en sentido estricto son a 2, 3 y 5 años, también se denomina como “bono” la emisión a 10 años.
- Obligaciones del Estado: se trata de emisiones de largo plazo, por ejemplo, 15 o 30 años.
Como puedes comprobar, la diferencia entre las letras del Tesoro y los bonos del Estado es el plazo de vencimiento, pero además, también cambia la modalidad de pago de los intereses. Las Letras se emiten “al descuento”, es decir, con los intereses descontados.
¿Es seguro invertir en Bonos del Estado?
En teoría, los bonos del Estado se consideran inversiones seguras, puesto que están respaldados por la solvencia del emisor y nadie pone en duda la capacidad recaudatoria del propio Estado.
Dicho de otro modo, los inversores suelen confiar en que el Estado español cumpla sus obligaciones de pago. Lo cierto es que tiene mecanismos para ello (por ejemplo, subir impuestos).
En todo caso, no significa que sea seguro invertir en bonos del Estado y activos de deuda pública en general. Por lo menos no es seguro al 100%, puesto que siempre existe el riesgo de que pierdan valor en el mercado secundario y el inversor tenga que venderlos antes de su vencimiento a un precio inferior al que los compró.